martes, 31 de diciembre de 2013

Por 2014 y más






Pensaba en un deseo para compartir en éste fin comienzo de año, ese que se expresa a la hora de brindar con los seres queridos y que se sostiene cada día. Entonces recordé, siempre lo hago, a nuestro Nietzsche.

Aquí, versión Tosto 3.0, comparto mí mejor deseo con ustedes.
(Abajo va Nietzsche según él o su traiductor)

Zaratustra contempló al pueblo y se maravilló. Luego habló así:

Lo humano es una cuerda tendida entre las primeras moléculas elementales en un incesante apartarse activo de la ignorancia y del egoísmo enfermo para ir a la búsqueda de su ideal más alto, de su sueño más persistente.

Esa es la esencia de lo humano, saberse y disfrutar de ser una cuerda tendida sobre un abismo. Un peligroso intentar siempre pasar al otro lado, un peligroso caminar, un peligroso mirar atrás, un peligroso estremecerse o detenerse.

La grandeza de lo humano está en ser un tránsito y no una meta:

Amo en lo humano es ese ser un tránsito avanzando hacia cada uno de sus ocasos.

Amo a quienes no saben vivir de otro modo que hundiéndose en sus ocasos, pues ellos son los que generan el camino, los que con sus sueños extienden la cuerda de lo posible.






Mas Zaratustra contempló al pueblo
y se maravilló. Luego habló así:
El hombre es una cuerda tendida entre el animal
y el superhombre, - una cuerda sobre un abismo.
Un peligroso pasar al otro lado, un peligroso
caminar, un peligroso mirar atrás, un peli-
groso estremecerse y pararse. La grandeza del
hombre está en ser un puente y no una
meta: lo que en el hombre se puede amar es que es un tránsito y un ocaso

Yo amo a quienes no saben vivir de otro
modo que hundiéndose en su ocaso, pues ellos
son los que pasan al otro lado.